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>05 dic 2023

Se fue el internet

05 dic 2023

Se fue el internet

—Menos mal que tenemos a Perrito Lindo. Sin él, qué aburrido sería —dice estresado Joaquín, el hijo adolescente de Claudia, jugando con su mascota.

Esta noche, no hay electricidad. Tampoco hay internet, porque la laptop se quedó sin batería y los celulares están a medio cargar: será mejor guardarlos para cuando sea urgente usarlos.

Claudia se preocupa.

—¿Cuándo va a volver la luz? —se lamenta.

—Cuando deje de llover así —le contesta Joaquín—. Estuvieron chéveres los relámpagos, pero por su culpa se fue el internet.

Hernán, el inquilino del cuartito del fondo, también le hace cariños a Perrito Lindo. Sin alumbrado público, ha preferido quedarse en casa. Están en la sala, conversando alrededor de un lamparín.

—Acabo de llamar a mi papá, para ver cómo está —les cuenta Hernán—. Y lo encontré contento porque ahora puede pagar sus aportes de manera virtual, con su celular nomás. Mi papá es como usted, señora Pilar: bien moderno.

Claudia, a sus 53 años, de pronto se sintió mayor que su mamá, de 84.

—¿Y de qué sirve poder pagar nuestros aportes de manera virtual, si no hay conexión? —se sigue preocupando Claudia.

La electricidad regresa al día siguiente, según lo previsto. Recomienzan las actividades cotidianas. Y al tercer día: otra vez sin internet.

—Ni esperes más relámpagos chéveres, Joaquín —le advierte la abuela Pilar a su nieto—. Esta vez no es la lluvia. Es una falla del operador.

—¿Y ahora qué hacemos? —Claudia vuelve a afligirse.

—Es molesto estar sin conexión… —empieza a contestarle Hernán.

—Y estresante —lo interrumpe Joaquín.

—… pero usted no está molesta, señora Claudia. Usted está preocupada. Y mucho. ¿Por qué tanto?

¿Por qué tanto? Hernán da en el clavo con esa pregunta. Y Claudia responde.

—Por esa manía que tengo de vivir en el futuro.

—Mi papá siempre me dice: “Tú tienes un futuro”. Pero yo no me siento capaz de pensar en él. Usted es joven, señora Claudia. Qué bueno que usted sí puede.

¿Tan fácil era? Dejar de angustiarse por la falta de internet, olvidar los rumores sobre despidos en su trabajo, borrar los miedos sobre sus aportes, ¿tan fácil?

—Gracias, Hernán. Tienes razón. No es malo pensar en el futuro. Lo malo es creer que aparecerá de pronto y de la nada. Cuando la verdad es que nosotras y nosotros lo construimos.

Sí. Tan fácil como trabajar, aportar y confiar.

El dato
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